Diseñando para el bienestar humano.
En el mundo actual el estar libre de enfermedades ya no es necesariamente sinónimo de tener salud.
En el mundo actual, el estar libre de enfermedades ya no es necesariamente sinónimo de tener salud, siendo que ahora se ha ido adoptando un #mindset colectivo cada vez más fuerte hacia el #bienestar o #wellness, es decir, hacia la optimización en nivel físico, emocional, #espiritual e intelectual del ser humano, y esta tendencia se ha potencializado aún más, gracias a miles de #healthy #influencers encargados de incentivar a millones de personas, hacia un #estilo de vida más sano en todos los aspectos que acabamos de mencionar.
Sin embargo, ante este fenómeno existe una incoherencia preocupante, y es que nunca antes había existido una sociedad con los niveles de #estrés y #ansiedad que sufrimos hoy en día. Existen muchos factores que causan este problema, siendo uno de estos que pasamos entre el 80% y 90% de nuestro tiempo en espacios cerrados inadecuados.
A pesar de esta realidad, la calidad arquitectónica se ha medido principalmente por características visuales a lo largo de los años, y hasta el día de hoy suelen ser los determinantes al reconocer el trabajo de un #arquitecto. Con esto no queremos decir que la #estética no es importante, sino que esta ya no puede ser la única guía al diseñar y conceptualizar un proyecto, pues la #arquitectura no solo está para que la veamos, sino para que la vivamos.
Afortunadamente, esta #tendencia global que promueve un #lifestyle más sano también ha ido ganando impulso en la arquitectura, al entender que el ser humano percibe los espacios a través de todos sus sentidos, y, por lo tanto, se ve afectado directamente en su #salud y bienestar por las características que estos ofrecen.
El ser humano percibe los espacios a través de todos sus sentidos.
Las sociedades van evolucionando y con eso se van transformando los paradigmas predominantes de acuerdo a las nuevas necesidades que van apareciendo, y estas nos indican que es necesario repensar la arquitectura, y empezar a tomar al individuo como el centro del proyecto.
En conclusión, el diseñar para el bienestar humano tiene que ser el punto de partida para cualquier proyecto, en donde la arquitectura debe ofrecer las condiciones adecuadas que no solo garanticen, sino que promuevan e incentiven una vida más sana en todos los sentidos para los usuarios.
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Interesante propuesta arquitectónica